Los seres vivos, incluyendo a los seres humanos, tienen la capacidad de copiar propiedades de objetos, organismos o ambientes familiares para obtener beneficios específicos. Este acto se llama mimetismo, y en el artículo de hoy miraremos algunas de sus características.
¿A qué se refiere el mimetismo?
Podemos encontrar el mimetismo en la naturaleza, y en el diseño. En cada uno de los casos tiene su propia aplicación. De hecho, bastante similar:
- Mimetismo en la naturaleza: copia de propiedades de objetos, organismos o entornos familiares para esconderse o disuadir a otros organismos.
- Mimetismo en el diseño: copia de propiedades de objetos, organismos o entornos familiares para mejorar la usabilidad o la funcionalidad de un objeto.
En el diseño existen tres tipos básicos de mimetismo: superficial, conductual y funcional.
Mimetismo superficial
El mimetismo superficial se define “como hacer que un diseño se parezca a otra cosa”. Los iconos de una página web serían un ejemplo de este tipo de mimetismo. Los iconos - su diseño - imitan los aspectos de la superficie de un objeto familiar y la forma en que se puede usar.
Mimetismo conductual
El mimetismo conductual se define como “hacer que un diseño actúe como otra cosa”. Un ejemplo sería hacer que un gato robótico actuase como un gato real. Es útil para mejorar la simpatía.
Mimetismo funcional
El mimetismo funcional se define como “hacer que un diseño funcione como otra cosa”. Es útil para resolver problemas mecánicos y estructurales. Se logran conocimientos significativos imitando las soluciones existentes.
Conclusión
Si hay un método eficiente que, durante la historia de la humanidad, permitió lograr grandes avances en el diseño, este es el mimetismo. Por tanto, en tus diseños, deberías considerar el mimetismo de superficie para mejorar la usabilidad, el mimetismo de comportamiento para mejorar la simpatía y el mimetismo funcional para resolver problemas estructurales y mecánicos.
¿Utilizas el mimetismo en tus diseños? ¿Qué tal la experiencia? ¡Coméntalo abajo!