El diseño por comité es un proceso de diseño basado en la creación de consenso, la toma de decisiones en grupo y una amplia iteración.
En el artículo de hoy veremos cuando deberías diseñar por comité.
¿Cuál es el problema?
Se ha dicho muchas veces que “se obtiene un buen diseño cuando los proyectos son impulsados por un líder autocrático, y un mal diseño nace de proyectos impulsados por la democracia”. ¿Qué te parece?
Lo cierto es que se cree que todo gran diseño requiere un “tiránico ‘Steve Jobs’”. ¡No es (del todo) correcto!
Diseño por dictador
Los únicos casos, en los que el “diseño por dictador”, son preferentes, son cuando los proyectos dependen del tiempo o los requisitos son relativamente sencillos. Prácticamente todo el diseño moderno es en algún nivel un diseño por comité.
Diseño por Comité
Por otro lado, si el proyecto está impulsado por la calidad, y los requisitos son complejos se prefiere el diseño por comité. Piensa, por ejemplo, en el proceso de diseño de la NASA. Lento y costoso, pero la necesidad de que las partes interesadas se comprometan es fundamental.
Si los miembros del comité son diversos, el diseño por comité es óptimo. Esto permite minimizar el sesgo y la influencia entre los miembros del comité. Las contribuciones de los miembros se recopilan y se comparten de manera eficiente.
Además, se adopta un modelo de gobierno simple para facilitar la toma de decisiones y garantizar que el proceso de diseño no se retrase.
Conclusión
En tus diseños deberías considerar el diseño por comité cuando la calidad, la mitigación de errores y la aceptación de las partes interesadas son factores primarios. El diseño por dictador es una opción cuando una línea de tiempo agresiva es el factor principal.
Esto significa que deberías favorecer el diseño por comité para la mayoría de tus proyectos, pues, generalmente, supera el diseño por dictador y tienen un menor riesgo de fracaso.
La autocracia suele ser lineal y rápida, pero propensa al error. La democracia suele ser iterativa y lenta, pero resistente al error. En definitiva, es una cuestión de entender correctamente las necesidades del proyecto, y entender que ambos modelos tiene su lugar según las circunstancias.