Este principio, definido en los años 80, se originó en los primeros días de la informática moderna y ha perdurado como uno de los pilares fundamentales de la interacción humano-computadora (HCI). El POLA postula que “si una característica necesaria tiene un alto factor de asombro, puede ser necesario rediseñarla”. En otras palabras, cada parte de un sistema debe comportarse de la manera en que los usuarios esperan, evitando sorpresas o comportamientos inesperados.
La aplicación del POLA en el diseño de software y sistemas no sólo implica evitar sorpresas, sino también asegurarse de que la experiencia del usuario sea coherente y predecible. Esto significa que el diseño y la estructura del sistema deben alinearse con las expectativas, experiencias y modelos mentales de los usuarios. Peter Morville, en su Modelo de Colmena de la Experiencia de Usuario, destaca principios que se alinean con el POLA, tales como utilidad, usabilidad, deseabilidad, localizabilidad, accesibilidad y credibilidad.
Utilidad y Usabilidad
El contenido debe ser original y satisfacer una necesidad (utilidad), y el sitio o sistema debe ser fácil de usar (usabilidad). Minimizar el factor de asombro mejora directamente la usabilidad, ya que los usuarios pueden navegar y utilizar el sistema sin encontrarse con sorpresas que interrumpan su flujo de trabajo. Un análisis detallado del flujo de usuario puede identificar puntos donde la lógica del sistema podría romperse abruptamente, y ajustar estos puntos ayuda a crear una experiencia de usuario más fluida y coherente.
Deseabilidad y Localizabilidad
Los elementos de diseño, identidad y marca deben evocar emociones y apreciación (deseabilidad), y el contenido debe ser navegable y localizable tanto dentro como fuera del sitio (localizabilidad). Al aplicar el POLA, los diseñadores deben asegurarse de que todos los elementos visuales y funcionales del sistema sean consistentes y predecibles, lo que a su vez mejora la experiencia general del usuario y facilita la navegación.
Accesibilidad y Credibilidad
El contenido debe ser accesible para personas con discapacidades (accesibilidad), y los usuarios deben confiar y creer en la información proporcionada (credibilidad). Implementar el POLA también significa diseñar sistemas que sean accesibles y confiables, asegurándose de que todos los usuarios, independientemente de sus capacidades, puedan interactuar con el sistema de manera efectiva y sin sorpresas desagradables.
Interacciones Macro y Micro
En el diseño de software, se debe prestar atención tanto a las interacciones macro como a las micro. Las interacciones macro son las grandes secuencias de pasos necesarios para lograr un objetivo, mientras que las micro-interacciones son los pequeños detalles y respuestas que ocurren durante el uso del sistema. Documentar y analizar ambas es esencial para minimizar el asombro. Storyboards, wireframes y maquetas simples son herramientas útiles para visualizar y planificar estas interacciones, asegurando que sean predecibles y fáciles de seguir para los usuarios.
Experiencia Previa y Comportamiento Aprendido
El diseño de sistemas a menudo se basa en la experiencia previa del usuario con sistemas similares. Incorporar elementos familiares puede reducir la curva de aprendizaje y hacer que el nuevo sistema sea más intuitivo. Es crucial realizar un análisis exhaustivo de los sistemas actuales para identificar qué elementos se pueden mantener y cuáles se deben mejorar. Este análisis debe involucrar a un equipo multifacético, incluyendo profesionales de negocio, producto, desarrollo y UX, para asegurarse de que el nuevo diseño satisfaga tanto las necesidades actuales como futuras.
Colaboración en el Diseño
La colaboración entre los equipos de producto, desarrollo y experiencia de usuario es fundamental para aplicar el POLA de manera efectiva. Durante la fase de planificación, se deben definir y analizar los modelos de comportamiento de los usuarios, lo que requiere una estrecha colaboración entre estos equipos. Este enfoque colaborativo no solo ayuda a identificar posibles puntos de asombro, sino que también facilita la creación de un sistema que es intuitivo y fácil de usar desde el principio.
Conclusión
El Principio del Menor Asombro sigue siendo una piedra angular en el diseño de sistemas de software y en la conversación sobre la experiencia del usuario. Al garantizar que los usuarios tengan una experiencia predecible y sin interrupciones, el POLA no solo mejora la usabilidad del sistema, sino que también contribuye a una mayor satisfacción del usuario. Desde tareas simples, como la recarga de una receta electrónica, hasta operaciones complejas, como las transacciones financieras multifactoriales, aplicar el POLA asegura que el sistema sea intuitivo, accesible y confiable para todos los usuarios.
Referencias:
· Ultimate guide to the Principle of least astonishment (POLA)
· Principle of least astonishment
· Principle of Least Astonishment: A Software Design Guideline