Al sesgo contra las ideas e innovaciones que se originan en otros lugares se suele llamar “no inventado aquí”. Este concepto se originó en el ámbito empresarial y se refiere a la resistencia que algunas organizaciones tienen hacia las ideas que provienen de fuera de la empresa.
Un síndrome organizacional
No inventado aquí o NHI, por sus siglas en inglés, es un fenómeno organizacional en el que los grupos se resisten a las ideas y aportaciones de fuentes externas. El resultado muchas veces es un desempeño deficiente y un esfuerzo redundante.
El síndrome "no inventado aquí" es, por lo tanto, un tipo de sesgo cognitivo que puede afectar a las organizaciones y equipos de trabajo. Este sesgo se manifiesta en la negación o minimización de las ideas o aportaciones que provienen de fuera del grupo, aunque sean valiosas y útiles.
Por ejemplo, Muchas organizaciones han comprado diferentes productos y decidieron rediseñar. Sus rediseños cuestionables aumentaron, y el coste les resultó en un producto fallido.
Por ello, el síndrome “no inventado aquí” puede tener consecuencias en el desempeño de una organización. Es una actitud que puede limitar la capacidad de una empresa para innovar, mejorar procesos o desarrollar nuevas soluciones. Además, también puede generar un ambiente de trabajo negativo, en el que las personas no se sienten valoradas, y respetadas, por sus aportaciones.
La motivación por detrás de los comportamientos NIH contraproducentes
Las siguientes son cuatro motivaciones que subyacen a NIH:
- La creencia de que las capacidades internas son superiores a las capacidades externas. Esto sucede en organizaciones con un orgulloso legado de innovación exitosa. Puede llevar a la complacencia y la falta de interés en buscar soluciones externas.
- Miedo a perder el control. Los grupos perciben un riesgo para sus trabajos o se utilizan sus productos de forma inesperada. Puede llevar a la resistencia hacia las ideas externas.
- Deseo de crédito y estatus. Puede llevar a la exclusión de ideas externas para mantener el protagonismo interno.
- Inversión emocional y financiera en iniciativas internas. Puede llevar a la resistencia hacia ideas que cuestionen el éxito de estas iniciativas.
¿Cuál es la mejor manera de abordar NIH?
NIH resultante de inversiones en iniciativas actuales o heredadas es difícil de superar. La corrección generalmente requiere un cambio organizacional significativo o un cambio en el liderazgo. Por eso, la mejor manera de abordar este fenómeno es la prevención.
Los siguientes son algunos de los pasos hacia la prevención:
- Rotar a los miembros del equipo según el proyecto. Puede permitir la entrada de nuevas perspectivas.
- Involucrar a personas externas tanto en la estrategia como en las etapas de evaluación (nuevas perspectivas y nuevas ideas). También puede permitir la entrada de nuevas ideas y perspectivas.
- Animar a los miembros del equipo a interactuar regularmente con la comunidad. Además de permitir la entrada de perspectivas externas, también permite la identificación de nuevas necesidades.
- Formalizar revisiones periódicas de la competencia. Puede permitir la identificación de nuevas tendencias y oportunidades.
- Analizar el entorno para mantenerse al tanto de las actividades de la competencia y de la industria. También puede permitir la identificación de nuevas tendencias y oportunidades.
- Considerar modelos de innovación abierta
- Enseñar las causas, los costes y los remedios para los NIH.
Conclusión
En resumen, el fenómeno NIH puede tener consecuencias negativas en el desempeño y la innovación de una organización. Sin embargo, sí existen diversas estrategias que se pueden implementar para abordarlo, desde rotar a los miembros del equipo hasta considerar modelos de innovación abierta.
En cualquier caso, es importante prevenir este sesgo y fomentar la apertura a nuevas ideas y perspectivas. Si has experimentado NIH en tu trabajo, ¿por qué no compartes tu experiencia en los comentarios? De esta manera, podemos enriquecer la conversación y aprender unos de otros.