Oswald Chambers decía que la “testarudez es una barrera poco inteligente que rechaza la iluminación y bloquea su fluir”.
Esta cita tiene mucho que ver con el tema de hoy, y con otro de los grandes mitos de la comunicación y de la gestión en general: “funcionó antes, volverá a funcionar”.
De mercado de masas al mercado personalizado
Lejos queda el tiempo en el que se hablaba de mercado de masas para cautivar la audiencia, o aquellos tiempos en los que sólo había dos canales de televisión y todo el mundo experimentaba lo mismo al mismo tiempo.
¡Hoy cada persona es un canal potencial! En nuestra nueva era tenemos internet, emails, televisión por satélite, televisión por streaming, Netflix, Disney+, Hulu, Amazon Prime, smartphones, app stores, y otros canales de comunicación al alcance de las personas.
Con todo esto, lo que las personas buscan ahora son recomendaciones de sus amigos, “ignorando el marketing esterilizado” que tienes para ofrecer. A ti te toca decidir entre seguir con tus técnicas de siempre - que te funcionaban antes - e ignorar todo lo que está pasando ahora, o “aprender cómo hoy en día las personas se conectan a los contenidos, y unirte a la conversación”.
¿Qué hacer para unirme a la conversación?
Puedes hacer lo siguiente:
- Observa cómo tus usuarios utilizan tu producto o servicio, y cómo reaccionan a ello. El resultado te permitirá optimizar, eliminado la brecha que puede existir entre aquello que pensabas que harían y lo que hicieron realmente¡ Soluciónalo cuando lo sepas!
- Analiza “el cambio en las dinámicas de equipos y procesos de cara al crecimiento”. Muchas veces la presión, por entregar antes, resulta en destrucción de equipos. Divide a los equipos y coordina los esfuerzos. Verás que el 80% del trabajo no era necesario.
- Observa los números, las estadísticas, o las métricas y busca por “tendencias positivas y negativas”. Esto te permitirá identificar el problema, ¡y después sólo tienes que solucionarlo!
Por tanto, si realmente quieres romper con este mito, debes centrarte en:
- Permitir que todos los “stakeholders” tengan el mismo objetivo
- Proporcionar herramientas útiles a las personas. Despeja el camino y permite que la gente encuentre su propio camino para alcanzar su objetivo.
- Eliminar áreas o elementos de tu producto o servicio que abrumen o no permitan avanzar a tu usuarios.
- Mirar las métricas para encontrar qué está funcionando y qué no.
Crea conversaciones
Más que caer en la tentación de crear contenido y pensar que “más es mejor”, debes ser capaz de crear conversaciones con contenido actualizado y preguntarte si las nuevas generaciones - tu cliente, o posibles clientes actuales y futuros clientes - entienden o hablan un idioma diferente del tuyo.
“Nuestra falta de inteligencia generacional nos hace reaccionar de forma exagerada a las cosas pequeñas, ignorar las cosas grandes y hacer cosas incorrectas.” - Haydn Shaw.
Por cierto, ¿cuál es tu relación con el “mundo online”, y con lo digital, y con los smartphones? Tu audiencia actual está en estas tecnologías.
Por tanto, si realmente te importa tu organización, tienes la responsabilidad de “conectarte para ver cómo los demás interactúan”, de qué temas están hablando, cuáles son sus luchas y qué les gusta.
Periodos de atención cada vez menores
Porque además, Microsoft y otras organizaciones han estudiado los periodos de atención medios de los humanos en 2015. Los datos pueden variar, pero según los de Microsoft, resulta que en 2000 la média de atención era de 12 segundos, pasando a 5 segundos en 2005.
Si estos datos son correctos, y no te parecen curiosos, ¿qué te parece si te digo que el pez dorado tiene una capacidad de atención de 9 segundos?
La cuestión es que la tecnología está cambiando la forma en la que utilizamos nuestro cerebro, y se dice las diferentes generaciones están perdiendo alguna capacidad de concentrarse. No estoy tanto seguro si el problema real es la pérdida de capacidad de concentrarse o el cambio en la forma y objeto de concentración.
Capacidad de concentración vs textos largos
Pero tenerlo en cuenta es importante, porque lo que sabemos hoy es que cuando las personas acceden a tu contenido, lo que hacen es escanearlo, buscando una palabra-clave que les capte la atención.
No tienen la paciencia de leer textos largos. Por tanto, te guste o no, esta es la realidad actual. Por eso vale la pena seguir las recomendaciones de Noah Zandan con “5 métricas para una buena presentación”:
- 1,5 segundos. Es la cantidad de tiempo que tienes para causar una buena impresión.
- 2,5 minutos. Es la capacidad de atención media de la audiencia. Este valor ya fue de 12 minutos, después 5 en los “últimos diez años” según Kem Meyer..
- 12. Número máximo de palabras que deben proyectarse en tu pantalla a la vez.
- 100. El porcentaje de tu audiencia que aprecia que tu discurso termine a tiempo. :)
Está claro que la tecnología nos ha hecho diferentes. Creo que “diferente” es bueno, pero tú también debes ser consciente de este cambio a “diferente”, y pensar cómo este cambio afecta lo que siempre te ha funcionado.
El cerebro de las personas procesa la información de forma diferente a lo que hacía hace cinco años. Por eso revisa tus canales de comunicación de forma regular y pregúntate si las personas podrán absorber aquella información. ¿Podrías tu?
¿Te has perdido al tiburón como el chico de la foto?
Conclusión
Te recomiendo, por tanto, tener siempre en mente que antes del internet, o smartphones, o lo digital, las personas ya se tuvieron que adaptarse para transmitir sus mensajes. En la era de la hipotética “falta de atención relacional” aprender a usar los nuevos canales de comunicación te permitirá aprender y a ver que la “cultura no se ha apagado, solamente ha cambiado, y el espacio en el que interactuamos se ve diferente”.
En tu organización, ¿qué estáis haciendo para conocer nuevos métodos y tendencias, para comprender cómo y por qué la gente se siente atraída por ellos?
Foto: Christina Morillo en Pexels
Fuente
- Less chaos, Less noise. Kem Meyer