Pero para definir con mayor precisión este concepto, te comparto una lista de once principios que se debes tener en cuenta para recrearlo.
1. Diseño centrado las personas
La interfaz debe diseñarse teniendo en cuenta las características individuales del usuario, las personas, comenzando por sus capacidades físicas y cognitivas, y terminando con sus necesidades y objetivos. En general, este diseño se basa en resolver problemas particulares asociados con su interacción con las interfaces del programa y lograr objetivos que son inherentes a grupos de usuarios específicos.
Este enfoque garantiza una incorporación mínima y reduce el tiempo necesario para adaptarse al trabajo con el producto. Gracias a esto, su público objetivo obtiene una solución intuitiva, agradable y realmente útil de usar.
2. Prestaciones
Las prestaciones son señales visuales naturales, como botones, íconos y etiquetas, diseñadas para mostrar a los usuarios finales exactamente cómo usar la funcionalidad de tu solución web.
En el contexto de la interfaz de usuario, estos elementos transmiten de forma rápida y sencilla al usuario la idea de lo que debe hacer para completar la acción objetivo sin sugerencias ni imágenes emergentes adicionales. Así, los usuarios no tienen que realizar acciones innecesarias para lograr el resultado deseado dentro de tu producto, lo que tiene un efecto positivo en la conversión.
3. Comentarios
La interfaz debe proporcionar a los usuarios comentarios claros e inmediatos sobre sus acciones, como errores o confirmación de ciertas operaciones. Gracias a esto, los usuarios comprenderán si se mueven en la dirección correcta para completar la acción objetivo.
Esto, a su vez, reduce los malentendidos por parte de tu público objetivo sobre cómo tratar tu producto y mejora la calidad de la experiencia del usuario en general.
4.Consistencia y Previsibilidad
La interfaz debe ser consistente en todos los sistemas operativos y dispositivos, tener un diseño similar y comportarse de la misma manera.
Esto significa que al cambiar un dispositivo o sistema operativo, los usuarios no tendrán que aprender a trabajar con tu producto desde el principio y podrán comportarse con él de la misma manera que antes.
Lo mismo ocurre con la previsibilidad, los elementos típicos de la interfaz deben realizar las funciones a las que los usuarios están acostumbrados, si es un botón, debes confirmar alguna acción, si es una ventana emergente, debes notificar a los usuarios sobre algún evento y otras acciones.
5. Flexibilidad y personalización
La flexibilidad no es solo seguir un camino lineal, sino seguir un camino familiar e intuitivo para el usuario. En particular, debes ser capaz de reconocer las intenciones de tu público objetivo y ayudarlo a moverse a través de tu proyecto web con estas intenciones en mente.
En cuanto a la personalización, la interfaz debe permitir a los usuarios ajustarla según sus preferencias. Por lo general, esta adaptación significa "afinar" las características individuales de la interfaz para cada usuario específico, de acuerdo con sus instrucciones. De hecho, esto permite a tu público objetivo una sensación de individualidad y, por lo tanto, mejorar su experiencia personal.
6. Minimalismo
La interfaz debe ser simple y concisa para que los usuarios no se confundan con la gran cantidad de información que se les presenta en un momento dado. Es por eso que deberás revisar cuidadosamente todos los elementos funcionales colocados en una pantalla y mover, ocultar o eliminar por completo aquellos que no afecten de manera crítica la implementación de las acciones.
7. Accesibilidad
Idealmente, la interfaz de su solución web debería ser accesible para usuarios con discapacidades. Para verificar el cumplimiento, puede consultar los estándares WCAG 2 (si lo requieren los detalles de su aplicación) o crear su propio conjunto único de requisitos que harán que la interfaz sea accesible para un público objetivo específico.
8. Usabilidad
La interfaz de usuario debe ser fácil de navegar y comprender, además de proporcionar a tus usuarios una instrucciones y retroalimentación para sus acciones. Por lo tanto, su tarea es crear un diseño en el que los nuevos usuarios puedan navegar sin indicaciones adicionales o con mínimas sobre cómo realizar las principales acciones de destino.
9. Capacidad de aprendizaje
La capacidad de aprendizaje en la interfaz significa su bajo umbral de entrada, lo que permite a los principiantes no pasar mucho tiempo incorporando y reducir el tiempo para realizar acciones repetidas para finalmente comprender cómo funciona esta o aquella función.
10. Estética
Otro principio que todo diseñador debe tener en cuenta al crear un diseño ergonómico es crear una imagen atractiva. De hecho, ninguna comodidad puede atraer y retener al público objetivo sin un diseño adecuado. Esto significa que tendrás que pensar detenidamente en la elección de la paleta de colores, la disposición de los elementos y los espacios en blanco, los detalles dinámicos, etc.
11. Eficiencia
La interfaz debe permitir a los usuarios completar sus tareas con costos mínimos de recursos, tanto en términos de tiempo como de conveniencia. Tenga en cuenta que la eficiencia no se puede definir como binaria (esta interfaz es eficiente y la otra no), sino que se define mejor como "suficiente" y "no suficiente".
Conclusión
Los once principios de ergonomía en el diseño de la interfaz de usuario ofrecen un enfoque completo y estratégico para crear experiencias digitales efectivas y satisfactorias. Al centrarse en la comodidad y la interacción de los usuarios, estos principios abarcan desde la consideración de las capacidades individuales hasta la eficiencia en el logro de objetivos. Diseñar pensando en las personas asegura la adaptación y facilidad de uso, lo que conduce a una experiencia intuitiva y agradable. La claridad de las señales visuales, la retroalimentación inmediata, la consistencia y la previsibilidad promueven una navegación fluida y sin confusiones. La flexibilidad y personalización otorgan a los usuarios control sobre su experiencia, mientras que el minimalismo y la accesibilidad reducen la carga cognitiva y garantizan la inclusión. La usabilidad y la capacidad de aprendizaje permiten una adopción rápida y efectiva, y la atención a la estética aporta atractivo visual y coherencia estilística. Finalmente, la eficiencia cierra el círculo al enfocarse en la realización de tareas sin desperdicio de recursos. En conjunto, estos principios ofrecen una guía integral para diseñar interfaces de usuario que maximicen la utilidad, la satisfacción y la eficacia para una variedad de usuarios y contextos.
